Llega San Fermín, y con él, miles de persojanes y fauna, que acaban por destrozar esta gran y tranquila ciudad. Como fiesta no tiene igual, siempre y cuando tengas un consejero que te dirija a los sitios adecuados, de no ser así, "pobre de mi".
Te puedes encontrar de todo, un individuo paseando alegremente su pajarito, valientes sin capa que se creen "Super Héroes" y lo pagan caro, cuando acaban estrellándose con la realidad del frío y duro suelo, después de caer desde un muro a unos cuantos metros de altura.
Toreros con una buena dosis de 0'0, que confunden los cuernos de un toro, con unas deliciosas porras para mojar en el café calentito de las 8 de la mañana. Esto y mucho más es "San Fermín", una experiencia única, el gran botellón, la fiesta sin fin. A las 8 encierro, a continuación un buen almuerzo, esos sí con un buen vino navarro para ir templando el cuerpo, y ya estamos preparados para continuar bailando al ritmo de las charangas, orquestas y de más espectáculos que llenan durante el resto del día las calles de Pamplona. Eso si por la tarde "Toros", todos sí todos no "Toros" a la plaza, más fiesta promovida por las Peñas de la ciudad. Todo un espectáculo digno de ver, eso si cuidado si estas al sol y de repente te empiezan a cantar al oido, el problema no es que puedan desafinar, sino lo que viene detrás. Restos del sorbete de limón, mezclados con cerveza y algo de calimocho, que digo algo mucho calimocho, y aliñado con sobras de callos u otras comidas caseras que dan fuerza y energía a los mozos.
Estos y más es "San Fermín", ven, cuida la ciudad que el resto del año viven personas y no animales y vive una experiencia única.
Y un último consejo, cuidado que engancha...
Viva San Fermín, Gora San Fermín
Continuara....
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